miércoles, 10 de noviembre de 2010

ZAPATOS

El jueves me había comprometido con unos amigos para
Encontrarnos el centro. Pensábamos ir al cine. La cita era  para
Las 20 hs. Con toda calma empecé a vestirme a las 18,  no  me
Gustan los apurones. Media hora más tarde ya estaba casi lista.
Solo me faltaban los zapatos. El traje admitía tanto accesorios
Negros como marrones. Puse en filmáis botas negras, las marrones,
Los mocasines negros, los mocasines marrones, un par  de zapatos
negros de taco alto y otro de color marrón. En fin, todos los que
tengo.
           Frente al espejo me probé primero las botas negras: me
Parecieron un poco toscas. Cuando me puse la botas marrones, me
acordé de que tendría que caminar algunas cuadras y esas botas
nunca me quedaron cómodas. Luego deseché tanto los mocasines
negros como los marrones – demasiado sport para la ocasión. ¡Ay,
qué pasados de moda mis zapatos negros de taco alto! Lo que mejor
quedaría serían los marrones, pero algo pasaba con uno de los tacos.
            Con todo esto empecé a sentirme cansada, desanimada. Opté
Por prepararme unos mates: a veces me ayudan a pensar. Mientras
Esperaba que el agua se calentara, destapé la jaula del loro. Este
Animal me fue dejado como recuerdo por un amigo que se fue a vivir    
Mejor en Paris. La idea era que el loro sería una buena compañía ya
Que vivía sola. Lo que no me dijo mi amigo que este loro tiene  un
carácter de porquería y un lenguaje escandaloso. ¡Tarada! ¡Tarada!
graznó, mirándome fijo y loramente. No me quedé corta: ¡Engendro
inútil! Ya que te crees tan vivo, ¿por qué no venís alguna vez con algo
constructivo?  El loro se infló todo y chilló: ¡Almohada! ¡Almohada!
Tapé la jaula.
             Andaba por el tercer mate cuando se me prendió la luz: me
estaba aconsejando el probado método de la almohada. Me desvestí
Y me metí en la cama.
               Cuando me desperté era viernes y el problema ya no existía.

EN MODO MENOR

Me ronda en estos días
una melodía en blue.
el tema es simple:
pregunta y repuesta
en ritmo sincopado.

A la armónuca pregunta
contesta un torrente
de variaciones disonantes
que me peturban.

Salgo a buscar
el contrapunto
en otras partituras.